"Yo soy malo, y eso es bueno, y nunca seré bueno, y eso no es malo, pero no hay nadie quien quisiera ser más que yo"
una frase de la película Ralph el demoledor que desde chico dejo algo en mi, pero que entre más crecí más significado tuvo
para entenderla hay que verla por partes:
"yo soy malo y eso es bueno y nunca seré bueno y eso no es malo"
Esta parte habla del determinismo que te condena a un tipo de vida dependiendo tu situación específica y del absurdo del universo abismal en contra de ti evitando que cambies tu condición. Pues Ralph no pidió nacer siendo el malo, se lo impusieron, no es su culpa, y no puede hacer nada al respecto para cambiarlo, pues mejor que nunca aplicada la metáfora: está en su programación ser malo. Y también es necesario que sea así, pues si no hay alguien que cargue con ese concepto de malo, de antagonismo y negatividad, no puede existir el bien,
y tal cual lo representan muy bien en la película, cuando Ralph se va, Félix no tiene como ser bueno porque no hay un malo que haga contraste.
Félix solo es bueno en tanto que Ralph es el malo.
Sin Ralph Félix no es bueno y eso para el universo (su juego) si es malo, entonces ahí es donde cobra sentido que Ralph nunca será bueno y eso no es malo.
y luego:
"pero no hay nadie quien quisiera ser más que yo"
Te habla de una revelación de identidad. de aceptación como pieza fundamental en el mecanismo del universo o como diría Spinoza, reconoce su identidad como sustancia fundamental siendo parte del universo. entiende que sus condiciones materiales son únicas en el. que esa noción del "yo si fuera el, haría tal cosa" no existe, pues si cualquiera de nosotros fuéramos Ralph en su situación, solo podríamos actuar como Ralph actúa en esa situación y dado que ya acepto que eso es malo y que eso malo es bueno, es como si Ralph lograra alcanzar el punto donde encuentra alegría en su propio castigo. Digno de un héroe absurdo mejor que Sísifo.
Ralph con esa frase nos enseña cómo debe ser la conciencia frente al absurdo: no hay que intentar cambiarla, hay que aceptarla realmente como es y encontrar alegría en ella.
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